Sus ambientaciones son oscuras, con personajes envueltos de claroscuros, situaciones violentas donde resolver el caso no siempre es la respuesta al crimen.
La corrupción, el miedo, un mundo donde el fuerte oprime al débil, donde la violencia es la única moneda válida. Usan un vocabulario popular, incluso basto y soez, ya que sus personajes son la gente de la calle. Y en la calle si vas de listo te quedas sin dientes.
El crimen organizado, políticos y policía corrupta. Aquí los héroes no tienen posibilidades (bueno sí, de recibir un balazo si señalas a la gente equivocada) ¿Qué clase de personaje puede tirarse al barro y jugar sucio?
Los protagonistas de la novela negra saben todo esto. Incluso puede que en su día fueran héroes. Pero ahora están desencantados e incluso evitan todo ese mundo de luces. Sus sombras les persiguen implacables y solo su determinación hace que no acaben en el fondo del arroyo. Han creado su propia moral, una moral muy amoral a veces, pero se aferran a ella para levantarse cada día.
Todo esto os debe sonar ya. Muchos de nuestros personajes favoritos de cómic, libros, películas e incluso algún personaje creado para alguna partida de rol, sea así.
De nuestra propia cosecha, tenemos grandes autores : Francisco González Ledesma, Manuel Vázquez Montalban (del que Norma editorial a sacado en novela gráfica "Tatuaje" del detective Pepe Carvalho) Alicia Giménez Bartlett, Juan Madrid (que a pesar de su edad acaba de sacar "Perros que duermen") y Andreu Martín, o Alberto Valle, creador de Palop. Estos últimos presentes en la última edición de BCNegra.
La novela negra nos ha legado una gran manera de narrar que es ya tan nuestra que ni sabemos de donde viene.
Escrito por Daciana Bratovich para Revista Vaulderie.
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