domingo, 24 de septiembre de 2017

¡Hoy se cumplen 20 años de Ultima Online!


De manos de su padre espiritual Richard Garriott, quizás más conocido como “Lord British”, Ultima Online es uno de los primeros mmorpg y desde su nacimiento nada en este genero ha sido igual.

Su principal característica, la total libertad para hacer lo que queramos, como si de la misma vida real se tratase, podemos ir aprendiendo y decidiendo como es nuestro avatar en las tierras de Sosaria.

Poder adentrarse con nuestro barco en alta mar en busca de aventuras y tesoros, encontrar el sitio perfecto para establecer una casa, o incluso ¡un castillo! y decorar todo a nuestro gusto con un grandioso y alucinante Housing.

Esa maravillosa sensación de constante peligro por encontrarte con asesinos, y que te roben todo, asesinos que no son más que otros jugadores, que tienen que vivir en total clandestinidad, ya que los propios guardias de las ciudades los atacan al verlos por llevar esa vida de bandidos.

El sistema de juego está basado en habilidades que suben poco a poco a medida que las vamos utilizando, y mención especial para el sistema de magia, donde para poder lanzar cada hechizo necesitamos los componentes específicos para cada hechizo, y solo llevaremos lo justo para no sobrecargarnos.

Características tan molonas y simples como dejar una nota para que alguien la lea, no esta de más recordar que la única forma de comunicación es estar cerca de alguien para que pueda escucharte.

El Montar un Pesadilla e incluso domar dragones... Abrir tu diario y tomar anotaciones en cualquier momento, o marcar una runa en esa maravillosa localización para volver en otra ocasión.

Entrar en una posada y entre conversaciones y tragos enterarte de las noticias mientras juegas con otros jugadores al ajedrez, las damas, o al backgammon.

Es por ello entre muchas cosas que me dejo en el tintero, que para los que empezamos con Ultima Online, nada después de él a sido tan brillante, han pasado ya 20 años y sigue siendo un juego a superar, sobre todo por su complejidad y libertad.





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