martes, 12 de diciembre de 2017

Gárgolas, segunda parte.

La vida de una Gárgola no comienza de una manera fácil.

Las primeras Gárgolas de laboratorio requería un difícil ritual donde en una compleja vivisección se había que desollar, cortar y preparar los miembros de dos vampiros e insertarlos en un humano que también será desollado.

Se coserá, marcará símbolos místicos en el cuerpo y se usaran antiguas formulas alquímicas que usan mercurio y polvo de piedra.

Luego habrá que introducir al individuo en una "placenta" (creada gracias a los pellejos desollados o de un animal grande como una vaca) y llenada con suero alquímico.

Durante uno a tres meses se tendrá que cuidar a la Gárgola dentro de ese líquido y comenzar a trabajar su mente de esclava.

En tiempos modernos, en vez de toscos toneles se usan grandes contenedores transparentes y sueros alquímicos basados en sangre y liquido amniótico.

Cuando una Gárgola es convertida mediante el Abrazo su cuerpo se retuerce, los huesos se recolocan, le crecen alas y otras peculiaridades como cola, pico o cuernos. 

Aunque raro, algunas conservan rasgos humanos o incluso hermosos, como ojos, voz o incluso manos delicadas.

El proceso es terriblemente doloroso, lo que afecta también al cerebro, creando grandes lagunas.

Cuando una Cara Piedra nace, todas las demás irán a acompañarla en su nacimiento, lamiendo sus fluidos y ligándola a la bandada.

Tanto las artificiales como las abrazadas pierden casi la totalidad de sus recuerdos conscientes, pero si por ejemplo, el sujeto era carpintero puede saber de que clase de madera esta hecha el escritorio de su amo o tallar florituras en un tablón. Sabrá (o "recordará") hacer esas cosas, pero no como aprendió.

Muchas Cara Piedra buscan romper ese velo con su pasado.

En contra de la creencia popular, son seres inteligentes y con hablar fluido aunque simple.

Pueden desempeñar toda clase de cargos : ama de llaves, ayudantes de laboratorio, espías, guardaespaldas incluso Sheriff o Azotes.

Una extraña peculiaridad es su deseo sexual. Los miembros se frotan, lamen o hasta copulan entre ellos, lo que para muchos vástagos los hace repugnantes.

El mayor deseo de las Gárgolas libres es que sus hermanas rompan las cadenas que los ligan a los Brujos.

Para llevar a cabo tan titánica tarea, buscan el apoyo de los miembros de la Camarilla. Les sirven y esperan que viendo su utilidad tengan en cuenta sus demandas.

Pero no todas usan métodos pacíficos para liberar a sus hermanas.

El ferrocarril de azabache son un grupo de Gárgolas organizadas, que junto a sus aliados, intentan convencer a las esclavas, animandolas a desertar y otorgandoles un salvoconducto seguro.

Entre el sector más radical, se encuentra Ferox y sus discípulos Mesiánicos. Estos creen que las Gárgolas son ángeles caídos y que los Nosferatus son abominaciones del demonio y deben eliminarlos. Por esta razón Ferox esta dentro de la lista roja y los Mesiánicos, gente non grata.

Aunque las Cara Piedra sienten simpatía por los Anarkistas, el grueso del clan está en la Camarilla o simpatiza con ella. Hay muy pocas Gárgolas en el Sabbat.

Otra peculiaridad de las Gárgolas en su odio visceral hacia los clanes de los que fueron creadas (la mayoría, Tzimisces, Gangrel y Nosferatus) Quizás eso explicaría porque los Mesiánicos persiguen con tanto afán y odio a los Nosferatus.

Hoy en día las Gárgolas están dejando de esconderse y buscan un lugar digno en la sociedad vampírica. Atrás quedo el miedo y ahora quieren conquistar la noche y volar en paz y libertad.

Escrito por Daciana Bratovich para Revista Vaulderie.
Ilustración Guang-Yang.


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