miércoles, 13 de diciembre de 2017

CRÓNICA de Sant Celoni Nocturno - “ROSA RENACI” 18 DE Noviembre de 2017

Cae el sol, en la pequeña ciudad de Sant Celoni.

Poco a poco una serie de sombras movedizas empiezan a desplazarse furtivamente por las calles hacia el edificio de “Can Ramis”, que está brillantemente iluminado.

Oficialmente se celebra una fiesta privada, la aterradora realidad es muy diferente… Esta noche ha quedado constituido en su interior el flamante Elíseo de la ciudad, y los vástagos han sido convocados esta noche por la nueva y autoimpuesto Príncipe.

Poco a poco van llegando los vástagos, todos se contemplan con desconfianza, van hacía la entrada, algunos detectan a sus afines y van formando grupos, otros permanecen solitarios, por discreción, privacidad… o por orgullo.

En las puertas, un fornido ghoul los va parando. La frase, cortés y estudiada varia muy poco de uno a otro cainita:

-¿Sin armas…?, ¿puedo registrarle….?, ¿No vamos a hacernos daño verdad?

Pasada esa prime molesta, aunque necesaria formalidad, accedemos al interior de la sala.

Las luces son amarillentas y tamizadas, para favorecer una buena visión pero no lastimar los ojos más sensibles. Al fondo un estrado ligeramente elevado por encima de las sillas que esperan abajo, está montado delante de una gran pantalla de proyección. En el frontal de la mesa un estandarte negro con el símbolo de la Camarilla, oficializa la reunión. Unas mesas con grandes poncheras llenas de lo que parece sangre fresca y un gran número de copas esperan a los invitados.

Los cainitas siguen entrando y se van distribuyendo por la sala. En uno de los lados un grupo bastante nutrido (con evidentes rasgos animales que los señalan como miembros del clan Gangrel) mira desafiantemente a todos los demás ocupantes de la habitación.

Más allá un altísimo vampiro completamente cubierto por negros ropajes y con la cara tapada por una máscara plateada, pasea lentamente entre las sillas, probablemente se trate de un Nosferatu, aunque puede haber alguno más ofuscado en las sombras.

Otros son más difíciles de catalogar. Una pareja sobriamente vestida de negro, con maletines en sus manos, que podrían ser Tremere, charlan animadamente con un tipo bastante desastrado que luce camisa y corbata azules.

Una intrigante y bella mujer vistiendo un elegante vestido rojo que deja poco a la imaginación, se mueve lentamente con aire absorto alrededor de un magnifico piano de cola que está cerca del estrado.El traje ostenta lo que parece un brote de rosas naturales que se enroscan sobre uno de sus sensuales hombros marmóreos subiendo después hacia su garganta; obviamente es una Toreador de linaje alto.

Cerca de ella un tipo musculoso aunque bien vestido que luce un elegante sombrero que irradia una sensación de poder contenido. A su lado un joven nervudo con camisa de cuadros, y ojos astutos no pierde de vista nada de lo que ocurre en el salón.

De pronto, se abren las puertas del salón y aparece un vampiro calvo y recio, vestido con ropas tradicionales japonesas. Su cara marcada por profundas cicatrices ostenta un par de ojos ciegos, que sin embargo parecen taladrar lo que hay frente a él. Lleva un bastón blanco plegable que se agita de un lado a otro frente a él como un metrónomo, midiendo las distancias, y explorando su camino, pero da la impresión de no necesitarlo para nada.

Se dirige directamente al estrado y al llegar frente a la posición del hombre del sombrero, inclina brevemente la cabeza e intercambia algunas palabras con él, tras lo que se dirige hacia un extremo del estrado, y se arrodilla rígidamente sentándose sobre sus talones.

Se da un primer aviso a través de la megafonía del salón, concitando a todos los vampiros a sentarse.
Despacio, tomándose su tiempo van escogiendo sus sitios.

Los Gangrel se apiñan en las últimas filas, manteniendo las distancias con los demás, mientras que los Ventrue se colocan en la primera fila, aunque no juntos. Hay una marcada distinción entre una pareja, que se coloca a un lado junto con otros vástagos, y otro, que deliberadamente se coloca en el otro lado con mirada taciturna.

El grupo de Tremere se instala en la segunda fila detrás del Ventrue solitario, serios y comedidos, excepto el extraño vestido de azul, que se levanta de un golpe brusco y va a instalarse junto a la pareja de Ventrue, en un poco corriente alarde de socialización.

La reunión da comienzo, el vástago del sombrero se presenta como el Senescal de la ciudad, y pasa a explicar que "la Príncipe no va a poder estar en la reunión por motivos de fuerza mayor", declaración que provoca protestas variadas en especial por los participantes menos formales de la sesión.

No obstante el interlocutor los reconduce con firmeza al silencio y pasa a enumerar las leyes y tradiciones, haciendo hincapié en que se van a cumplir en la ciudad sí o sí, para mantener la convivencia y seguridad, tras lo cual procede a presentar al hombre arrodillado como Kuro, el sheriff de la ciudad.

Este toma la palabra agradeciendo a los clanes el estar presentes, lo hace de forma simbólica, regalando un origami con forma distinta para cada clan. Deja claro muchas cosas, entre ellas que será implacable en el mantenimiento de la Mascarada y que en este caso la Príncipe está respaldada al 100%, y que sería absurdo y muy peligroso subestimar la situación.

Algunos Brujah empiezan a protestar cuando de pronto se abren las puertas del salón y parece que hay algún problema en la puerta.

Se crea un cierto revuelo ante la entrada de un numeroso grupo de gente. Se trata de Ricky Swords, el Toreador, y su banda de rock, acompañados de parte de su staff y algunos seguidores.

Muchos de los vampiros presentes se dan cuenta de que hay varios humanos entre ellos.

El líder se dirige hacia el estrado y se presenta formalmente… bueno todo lo formalmente que una estrella del rock puede hacer las cosas. Toman asiento desperdigándose por la sala y cuando el hombre de las ropas japonesas va a reiniciar su discurso, el estruendo de motos de gran cilindrada dando acelerones se cuela en el salón a través de las puertas mal cerradas.

Todos los reunidos miran hacia la entrada, y pueden ver como otro grupo, esta vez de Brujah, llega a la reunión. Se trata del MC “Angels Segadors”, un grupo de moteros vampíricos que tienen su sede en la población.

Estos acceden al interior moviéndose como un grupo disciplinado, y se sientan también, ubicándose en un extremo de la sala. En un principio el líder se dirige a la asamblea con aire retador echándoles en cara que les hayan hecho abandonar sus “quehaceres” para participar en una reunión donde la autoproclamada “Príncipe” de la ciudad ni siquiera ha asistido.

Enseguida la firmeza del Senescal le pone coto pronto, no en vano pertenecen al mismo clan.
Aquietados los ánimos, la charla continua, definiéndose que clanes tendrán representación directa en la Primogenitura y cuales deberán en principio negociar su representación a través de otros clanes. En principio tanto los Ventrue como los Tremere quedan fuera de los puestos de poder directos.

Una vez finalizada la admonición, el delegado de la Príncipe, comenta que socialicen un poco para conocerse y que más tarde se anunciara la composición del “gobierno”.
Se crean grupos más o menos pequeños, y algunos vampiros van moviéndose de uno a otro, tanteando posibles alianzas.

Los clanes sin representación directa intentan buscar apoyos que les permitan no quedar al margen de la política de la ciudad, y poco a poco las hebras de las redes de influencia van creándose, mientras sentada al piano, la Toreador del vestido rojo encandila a los presentes interpretando melodías con sentimiento sobrenatural.

Horas más tarde, la Primogenitura queda constituida, sin demasiadas sorpresas, salvo que el Senescal será de momento quien representará a la Príncipe hasta nuevo aviso. El Clan Ventrue no tiene de momento representación formal, y el Clan Tremere no solo ha conseguido pactar con los Toreadores para que les representen, sino que además, han conseguido que el representante en las reuniones sea de su clan, y no del que les cede el hospedaje.

El resto de los cainitas escuchan esto con estupor, parece ser que habrá que vigilar a los Tremere y sus manejos… ¡Nada que sea una novedad!.

La paz de la reunión será rota más tarde por dos altercados. El más leve fue que los miembros de los “Angels Segadors” impartieron disciplina a uno de los suyos frente al Elíseo, pero la cosa no paso a mayores. Sin embargo, más tarde hubo un incidente que comprometió seriamente a los clanes Toreador y Tremere.

Un par de los seguidores humanos de la banda de Ricky se acercaron al Tremere vestido de azul y murieron víctimas de uno de los rituales de protección que este llevaba inscritos en la piel del cuerpo…

Tal quebranto de la Mascarada no podía dejarse sin condena y por eso, el transgresor fue detenido y enjuiciado por el Senescal, y aunque en un principio se le iba a ajusticiar, se cambio su sentencia….

De momento se desconoce cuál va a ser, lo que sí se sabe es que Rick fue seriamente amonestado por llevar humanos al Elíseo, y que el clan Tremere enfrenta las sospechas de toda la ciudad por los hechos ocurridos…

Ahora las cartas están dadas, la partida va a empezar, cuando termine, pocos quedaran en pie…

Sergio Vargsson
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