domingo, 17 de septiembre de 2017

Stalker

Hoy hablaremos de Stalker, producida en la ya extinta Unión Soviética y obra maestra de Tarkovski, para la que no puede pasar el tiempo.

Stalker es una película y bien podría no serlo, rompe las normas establecidas en lo que a cine se refiere. Te atrapa en un lenguaje propio, es una constante abstracción. Un espejo en el que mirarse, un viaje al interior de uno mismo. Tarkovski da al espectador las herramientas, y es uno mismo quien la construye a su manera.


Con apenas unas pocas palabras Tarkovski logra sumergirnos de pleno en su mundo, con esa poesía visual tan única que acompaña todo el film.


En Rusia hay un lugar llamado “La zona”. A causa del impacto de un meteorito, se le atribuyen ciertos poderes, así como sus propias leyes físicas. Es una lugar que va cambiando a medida que nos adentramos en él. El camino que ves ahora, después ya no estará, muy pocos de los que se adentran salen con vida. El ejercito bloquea completamente el acceso. Los stalkers son los únicos que se aventuran, quienes saben entenderla, y respetan su naturaleza.


Nos pondremos en la piel de un stalker y sus “peregrinos” un escritor y un científico, los cuales buscarán respuestas, y quienes enfrentarán arte y ciencia en un camino al interior de cada uno.


Es una película lenta, casi onírica, de planos largos, pero tan necesarios para crear esa atmósfera especial. No es una película para entenderla, hay que sentirla.









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