Adelbert y Daciana estaban en el despacho mirando una carta. Por sus caras parecía que fuera a explotar.
-En serio, cada año igual- susurraba Timi- Mira que son exagerados.
-Es una carta, una maldita carta. Las cartas no muerden ¿o si?- Pandora miro a al Tzimi.
-No, esta es de papel normal, la trajo el cartero esta tarde.
-Parece que van a abrirla- Dora, Timi y Pand se apretaron a la puerta para escuchar.
Se escucho el rasgar del sobre, maldiciones en alemán y rumano, seguido de lloriqueos varios. De golpe se abrió la puerta y los neonatos cayeron al suelo. Adelbert cerró la puerta tras de sí, dejando a solas a la Redactora.
-¿Qué?¿Qué?- preguntaron al unisono.
-El horror. La Matriarca Bratovich viene a pasar las fiestas con nosotros.
-Eso quiere decir....- Pandora se lo quedó mirando.
-Sí- Adelbert se tapo la cara con resignación- "Viene mi suegra"
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