miércoles, 23 de diciembre de 2015

Relatos de medianoche

Esta madrugada queridos lectores de Vaulderie os traigo una mini-historia basada en hechos reales de alguno de mis descensos a la locura. Atte. Alberto, editor jefe.
Es una noche cerrada, debe de ser pasada la medianoche, la lluvia y el viento desatados hacen crujir hasta el ultimo tablón de lo que antiguamente fue una casa, estoy agazapado en un rincón temblando, con los huesos doloridos y acartonados a causa de la tormenta y del miedo que recorre todo mi cuerpo.
No se cuantos días lleva azotando el temporal, pero esta consumiéndome poco a poco.
Cuando todo esto empezó, huí a las afueras hasta encontrar este lugar, aquí la soledad esta volviéndome loco, no se si son meses o ya los años que han pasado, y aunque al principio solía hablar conmigo mismo, hace ya tiempo que no recuerdo o no se como articular las palabras, es como si estuviera volviéndome primitivo.
Debo tomar una decisión, si quedarme aquí y morir como todos ellos o por el contrario volver al pueblo y comprobar si todo fue un sueño producto de una mente enferma como la mía.
Todo este tiempo he subsistido a base de gusanos, ratas, con suerte incluso gatos y perros, el agua nunca a sido problema pues no parece que pare nunca de llover en este maldito agujero de Noruega.
El pueblo esta atravesando un bosque a unos 4 o 5 días caminando a buen paso, aunque en mi estado con suerte tardaría una semana, no quiero negar ya lo inevitable, soy consciente que voy a morir de cualquiera de las maneras, si lo que pasó fue real moriré, y si me quedo aquí también.
Con la esperanza del desesperado como única arma, y el valor de un cobarde agazapado emprendo mi particular camino seguro a la muerte, el viento me zarandea y golpea contra el suelo una y otra vez, en mi cabeza resuenan los gritos atormentados de todos aquellos que murieron, y nada pude hacer por ellos, el terror o quizá el instinto de supervivencia me hicieron huir del sitio hacia el que ahora me dirijo.
Me he estado preguntando todo este tiempo si habrá habido más supervivientes, o si las bestias solo estaban de paso... de todas formas, si sigue así el temporal moriré en cualquier momento, y solo han pasado apenas unos minutos desde que emprendí el viaje.
Los arboles del bosque me protegen algo del viento y de la lluvia, pero la humedad y el frío me tienen al borde de la hipotermia, siento como cada vez me quedan menos fuerzas para seguir, es como si se me estuviera escapando el alma poco a poco por la garganta, no puedo más.
Entonces de imprevisto y cuando estaba seguro de que había llegado mi hora, la tormenta amainó, es como si alguien ahí arriba por alguna extraña causa pensara que aun no he tenido suficiente, que debía de continuar con esto, en cualquier caso todavía no es mi hora, todavía no..
El temporal me permite incluso encender un fuego para descansar, que me sube el animo, me calienta e incluso me da fuerzas.. esa noche me recupere bastante, aun sigo dolorido y algo débil, pero creo que podre llegar al pueblo.
No se porque me puse a pensar en algo tan trivial en ese momento, quizá fue el calor del fuego, pero me había dado cuenta de que ya no recordaba mi nombre.. ¿como era posible? me expresaba conmigo mismo con ruidos extraños mas propios de un animal que de un ser humano, esto me confundía y aterraba.
Ya no queda demasiado para llegar, estoy aterrado solo de pensar que esas malditas bestias aun pueden estar ahí, ¿de donde vendrían? no pasó.. ¿es posible que no pasara realmente? pronto sabré si fue todo un sueño, o una mala pasada, delirios de una mente enferma.
Estoy ya cerca del pueblo, de pronto a lo lejos creo ver: ¿es lo que creo que estoy viendo? ¡oh dios! ¡¡un coche en la carretera que se dirige al pueblo!! al acercarme algo más consigo ver que ¡¡hay luz en las casas!!, dentro del pueblo veo varia gente apilando leña en un camión, me dirijo hacia ellos corriendo, haciendo aspavientos con los brazos como señal, pero al verme empiezan a correr y gritar aterrorizados, apenas pasaron unos segundos cuando uno de ellos sale de su casa con una escopeta y dispara desde lejos, a lo que le suman 2 o 3 mas que me persiguen con hachas y palos.
Salí huyendo en dirección contraria al bosque, pasando entre todos ellos con tan mala suerte que un disparo me alcanzó el brazo, no entendía que estaba pasando, ¿por que me atacan?, huí corriendo todo lo que pude, hasta que no me quedaron mas fuerzas, fue entonces cuando el dolor de la herida me hizo caer rendido al suelo, ahí fue cuando me di cuenta de que ya no me perseguía nadie.
¿Que demonios les habrá picado a esa gente? ¿porque querrían matarme? tengo una sensación de terror inmensa, no entiendo que esta pasando en este maldito mundo, si están todos locos o por el contrario es todo cosa de mi imaginación, ¿pero como voy a imaginarme esto? esta herida es real. Ya no puedo mas..
Cuando llegue al lago casi me muero del pánico que me entro, vi una de aquellas bestias en el agua no se como tuve fuerzas de salir de ahí corriendo pero estoy seguro que venia tras de mi, así que no deje de correr, no mire atrás hasta que la perdí, me dirigí al bosque del que vine para volver a mi guarida, otra cosa significaría morir, aquí solo quedan dementes y bestias.
Ya sereno, caminando sumido en la mas angustiosa tristeza, el dolor, el miedo y toda la rabia que sentía formaban en mi una profunda depresión la cual era peor que la mas terrible de las muertes que pudiese imaginarse o entenderse.


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