-Estos catalanes están locos...-Dora cogió el libro y releyó el texto.- Y le pegan una paliza a un tronco que caga regalos, no tiene sentido.
-Pues a mi me gusta la idea- Timi se puso pensativo.- Cogemos un tronco humano, lo alimentamos y el 24 por la noche lo molemos a palos y nos damos regalos.
-Bueno, si hay regalos...- A Dora parecía convencerle la propuesta.
-La jefa dijo que había que empaparse de las Tradiciones.- Pandora sonrió malevolamente- Podría usar al vecino de al lado, es un borde y no para de tirar lejía a las plantas y salchichas con agujas a Nornas.
-Me gusta. Estoy cansado de tener que sacarle agujas del estomago.
Esa noche Daciana se sintió muy orgullosa de sus pupilos, pero les hizo responsables de darle de comer y recoger sus excrementos.
La Navidad iba a ser mágica.
Ilustración de Roser Calafell
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