sábado, 16 de septiembre de 2017

Hoy en problemas de la vida diaria de los vampiros....La vida no tan fácil de un neonato Lasombra.

Soy un Lasombra. Algunos piensan, eres un tío paliducho y sofisticado. Eres de un clan guay.
Nada más lejos de la realidad.
...
Soy Lasombra y tengo un gato. Es un gato precioso. El señor Bigotes tiene una cuenta en instangram con más de 10000 seguidores. Yo salgo en todas, vaya saldría si mi reflejo se viera. No puedo hacerme selfies con mi gato, y eso me irrita un montón...

Pero aquí no acaba la cosa. Cuando voy con mis colegas de juerga yo siempre soy el que hace las fotos. Total, si yo no salgo. Bueno sale mi hueco entre mis amigos. Ellos cuelgan sus fotos y se etiquetan. Se lo pasan bien etiquetándome en fotos donde no sale nada. "Aquí esta Lars con su amigo el hombre invisible"

Mi Sire me mira con cara de "que he hecho para merecer un chiquillo tan tonto" No soy tonto, pero el Sabbat esta lleno de antiguos que no comprenden a las nuevas generaciones.

Claro que me tomo la Gehenna en serio, pero yo también quiero salir en las fotos pisando la cabeza a la Camarilla. Es muy injusto que Caín nos diera esa maldición.

No puedo peinarme, ya no hablemos de afeitarme. Tengo un maniquí con mi cuerpo para ver como me quedaría la ropa.

Una vez tuve una novia Lasombra. Estuvimos saliendo 50 años. Ni una foto.

Envidio al señor Bigotes. Es cruel y majestuoso como yo, pero él al menos tiene una cuenta de instangram en la que se le ve.

Escrito por Daciana Bratovich para Revista Vaulderie



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