martes, 17 de abril de 2018

LA CAMADA DE FENRIS

Decir que un Garou es violento y salvaje es tan redundante como decir que el agua moja, pero esos adjetivos son aplicables a La Camada de Fenris incluso para los estándares de los hombres lobo. No cabe duda de que ellos han dado a muchos de los guerreros más fieros de nuestra raza. Los miembros de la Camada viven por y para la guerra. Sus cachorros son entrenados duramente desde el primer momento. Los ritos inciáticos de los Fenris tienen fama de ser los más brutales de todos los Garou.

Esta tribu proviene de las regiones escandinavas y germanas. Los más dignos y fuertes de entre los vikingos, los godos y otros pueblos bárbaros del norte de Europa eran de donde se nutrían de parentela. De ellos adoptaron algunas de sus tradiciones y su forma de vida. Según sus propias leyendas provienen directamente del mitológico Lobo Fenris. Sus tres hijos formaron lo que llaman La Manada Primordial y de ellos descienden todos los miembros de la Camada. O al menos eso es lo que te contarán si les preguntas sobre el tema.

Existe otra teoría, por la que yo me inclino a creer, que dice que no son más que una línea de sangre que se separó en tiempos ancestrales de los Colmillos Plateadas. La común prepotencia y soberbia que demuestran las dos tribus no puede ser casual. Pero no soy tan tonto como para discutir estos detalles con ningún Camada de Fenris.

Fueron ellos los que más instigaron las Guerras de la Rabia en su empeño por demostrar que eran los mejores de entre los elegidos de Gaia. También fueron los que lideraron las invasiones bárbaras que precipitaron la caída del Imperio Romano. Su interpretación de la Letanía en lo referente al territorio de otros es muy personal e interesada. Ellos creen que si no eres lo suficientemente fuerte como para defender tu tierra ellos tienen derecho a quedarse con ella.

Esto ha sido la chispa de innumerables contiendas con prácticamente todo el resto de tribus. Como se observará la historia de la tribu está plagada de guerra y violencia, mucho más que el resto de los Garou.

Los miembros de la Camada no tienen una buena opinión de prácticamente ningún otro Garou.

A los Hijos de Gaia y a los Caminantes Silenciosos les consideran directamente unos cobardes por su filosofía pacifista. 

A los Fianna les reprochan su excesiva afición a la fiesta y la bebida. Les acusan también de olvidar la guerra contra el Wyrm. 

Dicen admirar a las Furias Negras, pero al mismo tiempo afirman que están equivocadas en la búsqueda de igualdad, pues creen que los hombres son superiores (con la única excepción de las Valquirias de Freya, un campamento femenino de la Camada). Es una extraña admiración esa, debería añadir de mi cosecha propia. 

De los Moradores del Cristal opinan que están a prácticamente a un paso de convertirse en servidores del Wyrm por sus tratos con La Tejedora. Ven su intento de conquistar las grandes ciudades como una rendición a su deber como Garou. 

Los Uktena y los Wendigo son vistos como tribus débiles y como tales deben ser dominadas por los más fuertes. Desconfían del secretismo de los Uktena y de su falta de iniciativa para combatir al Wyrm. Lo que opinan de los Wendigo me lo reservaré para no salirme de la corrección política, es de sobra conocido que la rivalidad entre estas dos tribus continúa a día de hoy. 

A los Roedores de Huesos los desprecian como a apestados por aparearse con perros y hasta dudan de que realmente corra sangre Garou ya por sus venas. Les consideran carentes de orgullo y de honor.

De los Señores de las Sombras dicen que somos manipuladores y que nuestra preferencia por hablar en vez de luchar solo esconde nuestra cobardía. Esto es lo que diría para justificar su ignorancia un bruto que no sabe hablar y que todo lo resuelve por la fuerza, claro está. 

A los Colmillos de Plata les respetaban antaño, pero hoy en día se preocupan más de la política y de defender sus privilegios que de servir a Gaia. La endogamia que practican les está llevando a la locura y dudan de si realmente están capacitados para ser los que lideren a las tribus Garou. En esto último es casi en lo único que coincido personalmente con los Fenris. 

Los únicos que se salvan de su desprecio son las Garras Rojas, a los que admiran por su fiereza y valentía. Aunque dan por sentado que son la primera tribu que desaparecerá si no aceptan ser liderados por los Fenris, pues su número es ya muy reducido. No parece que los Garras Rojas estén muy dispuestos a aceptar de buen grado la tutela de la Camada. 

Con antecedentes como estos ya os podréis imaginar que no son los vecinos ideales.

Si tuviera que elegir dos aspectos fundamentales que describan a esta tribu diría que son la jerarquía y la pureza de su legado. Curiosamente también como los Colmillos Plateados, ahí lo dejo.

Nada se valora más que la fuerza física y la valía como guerrero entre los Fenris.

Prácticamente toda su cultura y tradición gira en torno a lo mismo. Lucen con orgullo sus cicatrices de guerra y se realizan escarificaciones en la piel en sus ritos de renombre. No hay mejor destino que morir en una gloriosa batalla contra el Wyrm. Un refrán que suelen decir es que los guerreros nunca envejecen. Si estás vivo tu misión es luchar, y si no es así, muere o no serás un guerrero de verdad. 

Lo cual nos lleva al segundo aspecto que mencionábamos antes, la pureza de su legado. Los Fenris se ven a sí mismos como lo mejor que la raza Garou puede ofrecer, lo cual les hace sentirse superiores al resto de las tribus (¡vaya, como los Colmillos Plateados!). Hasta tal punto les obsesiona mantener la pureza de su línea que ha llegado a ser un foco de conflicto entre los miembros de la propia tribu.

Todos recordamos con vergüenza al infame Campamento de Las Espadas de Heimdall y como se aliaron al genocidio de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Por suerte todos los traidores pagaron ya por su pecado y hay que decir en defensa de la tribu que fueron el resto de La Camada los que se encargaron de ello. O pregúntale a cualquier Wendigo que conozcas qué opina de La Camada de Fenris, seguro que no te cuenta nada bueno. 

Con la llegada de los colonos europeos a América llegaron también los primeros Fenris. Dispuestos a mantener la “limpieza” de su pueblo no dudaron en ayudar a los europeos en acabar con los pueblos indígenas y con todo aquel que no entrara en su patrón de raza superior. 

Tan obsesionados estaban con el tema que en el pasado los metis de la tribu eran asesinados nada más nacer por ser considerados impuros. Incluso obligaban a los progenitores a acabar con la vida de su hijo para purgar su pecado. Por fortuna hoy en día esa bárbara costumbre ha sido abandonada y a los metis se les entrena para que también puedan servir a los intereses de Fenris. No son los culpables de las faltas de sus padres, pero eso no significa que tengan una existencia idílica ni mucho menos, siempre han de enfrentarse a los prejuicios de todos sus hermanos.

Los Fenris están empeñados en demostrar su superioridad, aunque difieren de los Colmillos Plateados en que no buscan posiciones de poder, ni liderar al resto de las tribus. Creo que es simplemente su instinto natural de demostrar que son los mejores guerreros.

La sociedad de La Camada está férreamente estructurada. Los de menor posición deben total sumisión a sus líderes. No se espera de ellos más que obediencia ciega a los que ocupan el liderazgo de la manada o del campamento. Es fácil imaginar que son los ahrouns o guerreros los que suelen estar en el poder.

Las voces que se atreven a protestar contra esta política suelen recibir como respuesta que si esos quejicas quieren mandar, que desafíen a su líder y que manden. Esto es a veces aprovechado por los de mayor posición para mantenerse en la cúspide de la pirámide, no dudan en enviar a los cachorros poco dóciles a batallas perdidas de antemano para quitárselos de encima. 

Y es que personalmente creo que el peor enemigo que tiene esta tribu son ellos mismos. Los tiempos han cambiado y nuestro número cada vez es menor. Se hacen necesarias nuevas formas de impedir del apocalipsis. No podemos seguir mandando a la muerte a oleadas de nuestros mejores guerreros en batallas campales. Estas acciones solo benefician a nuestros enemigos en el largo plazo. 

La Camada de Fenris cree que cuando llegue el Ragnarok, el propio Fenris volverá y liderará a todos los miembros de la tribu en la batalla final contra el Wyrm. Y sinceramente os digo que espero que así sea. A pesar de todos los defectos que puedan tener, a ellos les necesitaremos más que a nadie de nuestro lado si queremos tener alguna mínima esperanza de vencer.

Escrito por Solomon Margrave para Revista Vaulderie


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